Un Libro para Leer: "Free Play - La Improvisación en la vida y en el arte" de Stephen Nachmanovitch
Hoy paso a compartirte la existencia de un libro que es muy importante para mí:
Free Play, de Stephen Nachmanovitch.
El autor nos comparte en este libro el porqué para él la improvisación es necesaria no sólo en los ámbitos artísticos, si no, y sobre todo, en la vida diaria.
Leí este libro por primera vez hace casi unos 20 años atrás, cuando aún vivía en Córdoba y ni idea tenía de los pasos que daría unos años más tarde y que me traerían a Buenos Aires, lugar en el que (por ahora) resido.
Ese primer encuentro con Free Play fue en el momento justo. (En realidad, desde mi punto de vista, cada encuentro con un libro es "en el momento justo", pero éste fue especialmente "justo")
No recuerdo bien si ya había dejado la carrera de Medicina o si aún la estaba cursando. Pero sí recuerdo que fue un sostén muy valioso en el momento de darme cuenta de que no importaba "Qué" hiciera como profesión en esta vida, mientras que mi hacer estuviera lleno de algo fundamental: Juego.
Por supuesto que desde aquella primera lectura hasta el día de hoy me he olvidado muchas veces de jugar, sobre todo cuando me alejo de mis principales motivaciones para seguir adelante con aquello que estoy haciendo.
La segunda vez que leí el libro fue hace unos 13 años aproximadamente, cuando ya estaba viviendo en Buenos Aires. Me lo prestó uno de los mejores amigos que esta tierra porteña me ha dado (aunque él y yo seamos del "interior"). Esa segunda lectura me ayudó a "salir a la superficie", ya que estaba en uno de esos pozos hoooondos en los cuales a veces uno llega para hacer pié y salir con más ímpetu a la realidad.
Y al fin, en el año 2011, luego de haberlo comprado y regalado un montón de veces (estaba tan enamorada del libro que quería que toda persona a mi alrededor lo leyera), lo compré para mí, para mi biblioteca personal. Y para siempre.
Entonces?
Y, de vez en cuando lo abro en cualquier página, improvisadamente, y leo lo que tiene para decirme. Unas veces me es más claro aquello que leo, el mensaje es entendible; y otras veces digo "Ok...quedamos así", y sigo con lo que estaba.
Para esta ocasión por ejemplo, que estoy escribiendo sobre él, lo abrí aleatoriamente como en otras oportunidades, y me encontré con la página 114, sección "La Obra", capítulo "Tocando juntos". Y se me hizo miel la lectura de lo siguiente:
"La realidad compartida que creamos nos trae aún más sorpresas que nuestro trabajo individual. Al tocar juntos hay riesgo de cacofonía*, y el antídoto es la disciplina. Pero no tiene por qué ser la disciplina del tipo 'acordemos una estructura de antemano'. Es la disciplina de percibirse mutuamente, de la consideración, del saber luchar, y de la voluntad de ser sutil. Confiar en otro puede involucrar enormes riesgos, y lleva a la tarea aún más desafiante de aprender a confiar en sí mismo. Ceder parte del control a otra persona nos enseña a ceder cierto control al inconsciente." *(Nota: Cacofonía: Efecto acústico desagradable que resulta de la combinación de sonidos poco armónicos o de la repetición exagerada de un mismo sonido en una frase.)
Hermoso ¿no?
Pienso que esto es aplicable no sólo a la música, si no como bien nos invita a probarlo Stephen, a cualquier área de la vida. Cuántas veces nos encontramos ante la dificultad de aprender a confiar en otrxs, lo cual es muy complejo si unx no se anima a trascender el océano de la autoconfianza. Cuántas veces nuestras voces, deseos y acciones se superponen y no llegamos a ningún lado, aunque estemos horas organizando cierta cuestión. Y cuántas otras veces, aunque seamos muchos, aunque en lo individual tengamos distintos colores y direcciones, cuando se trata de combinar nuestras intenciones logramos "algo bello", armónico, con la intervención justa de cada ser.
Entonces me veo sentada frente a la compu escribiendo estas líneas y me imagino quiénes en algún momento me leerán y aún en la distancia de tiempo y espacio estaremos componiendo, juntos, nuevos pensamientos, nuevas preguntas, coincidencias y desencuentros, sabiendo que desde el intercambio de momentos, seguramente, saldrán las condiciones necesarias para retroalimentar positivamente nuestra confianza mutua.
Y bueno, así es como Free Play me transporta a un estado mejor de mí misma. En síntesis, cada vez que leo unas líneas de este libro, siento que una mejor versión de Majo es posible, para mí y para quienes me rodean.
Y vos, ¿Qué libro que sientas que te ayuda a ser una mejor versión de vos mismx podés recomendar para leer?
Dejá tu respuesta en los comentarios, así logramos una Comunidad de Libros Maestros, ¿dale?
Abrazos lectoriles!
Majo
Qué linda reseña. Lo voy a buscar.
ResponderBorrarMuchas gracias, Jorge, por pasar a leer! Ojalá encuentres a Free Play tan inspirador como ha sido para mi. Un abrazo!
ResponderBorrarUn abrazo, Majo. Te envié mail.
ResponderBorrarJorge, qué alegría leerte! Gracias por compartirme un poco de tu poesía también! Es lindo saber que un poeta lee mi blog y le gusta lo que escribo...súper motivador! A seguir compartiendo arte, que al finde cuentas, es compartir Vida. Abrazo grande!
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