Nuestra propia dirección.


Hace muchos años que canto....casi la cantidad de años que tengo...
Desde chiquita me fascinó el canto. Ya al año y medio de vida balbuceaba mis primeros intentos de cantar, con la mirada y la escucha atónita y orgullosa de los adultos que me rodeaban.
Provengo de familia de artistas, personas que encontraron en la música, la pintura, la poesía o la actuación la oportunidad para alegrar sus almas, activar sus mentes y entrenar sus cuerpos. O alegrar sus mentes, activar sus cuerpos y entrenar sus almas, o...
Recién "de grande", cuando comencé a dedicarme a la docencia del canto, comencé a darme cuenta de que aquello que era de alguna manera "natural" para mí no lo era para todos.
¿Cómo es posible que fulano no pueda cantar?
¿Cómo puede ser que mengano no escuche música?
¿Es posible que sultano no se dé cuenta que para cantar hace falta tener ganas de hacerlo? ¿Y porqué no tiene ganas?
Uffff....mil preguntas que me fui haciendo, muchas de manera no consciente, muchas otras aportadas por mis queridos alumnos.
Y por supuesto, luego llegaron las preguntas específicas de la actividad, cuando "nos ponemos a cantar", y el darnos cuenta de que no tenemos la menor idea de si tomamos aire para emitir el sonido, si conocemos la historia de la canción que queremos cantar, o porqué terminamos cansados luego de todo un día de usar nuestra voz, o porqué hay días en los que sentimos que tenemos la energía necesaria para distribuirla en todas nuestras actividades cotidianas y luego ir a la clase de entrenamiento vocal y otros días "el cuerpo no nos dá"...
Y resulta que, luego de transitar como alumna (para seguir formándome como artista y como docente) por muchos lugares, espacios y tiempos, me decidí a reunir todas esas preguntas y tratar de darles unas posibles respuestas en las clases que doy.
¡Ojo!...que no soy yo la que da las respuestas: cada uno de los que comienza el entrenamiento de su voz va encontrando las respuestas por sí mismo. Claro que ayudo siendo de guía, pero soy sólo eso. El camino y la dirección está dada por cada persona que decide encontrarse con su voz. Las preguntas son personales e intransferibles. Únicas.
Cada ser humano canta con su ser. Y no es un juego de palabras ni tampoco hablo (solamente) desde una perspectiva filosófica, si no teniendo en cuenta que hay leyes biológicas, fisiológicas, físicas (entre otras) que rigen nuestra evolución como seres capaces de poder expresarnos y comunicarnos a través de algo tan complejo como lo es nuestra Voz.
Y poder reconocer y tener a mano todo lo necesario para que nuestra voz "salga", se muestre y se haga escuchar, lleva su tiempo de entrenamiento, donde vamos habilitando las percepciones, los movimientos, la respiración, el entusiasmo, la confianza, las canciones que queremos cantar, el volúmen con el que queremos hablar, las palabras que queremos decir, la música que queremos escuchar...etc.
Y la voz se vuelve cotidiana, compañera inseparable de nuestras aventuras.
Y van surgiendo más preguntas, claro que sí.
Pero ya no caminamos sin dirección hacia un horizonte utópico, cargado de mitos y misticismos alrededor del uso de la voz.
Tenemos nuestra propia dirección.
Cantamos porque queremos hacerlo. Porque podemos.
Porque nos hace bien.

Comentarios

  1. Eres muy especial, cada palabra tuya hace resonar en el corazón..te admiro y te adoro..mucho

    ResponderBorrar
  2. Gracias hermosa mía!!! También te quiero y te admiro. La vida jugó muy bien al juntarnos...

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Mis Maestras de Canto y Entrenamiento Vocal

Es El Momento

A tu lado