Agradecer


A veces es muy difícil. La rutina nos agobia y cada día se nos escapa sin habernos detenido ni un instante, uno pequeño, a agradecer.
A pesar de las circunstancias, a pesar de los dolores, a pesar de las distancias, a pesar del miedo.
Aún cuando percibimos que en general "la cosa está cada vez peor". Aún así, seguro tenemos algo por lo cual agradecer.
Tomarnos de las manos, mirarnos a los ojos, cantar juntos, hablar de lo bien o lo mal que nos sentimos, caminar uno al lado del otro, una al lado de la otra.
Recordar para qué estamos vivos. Cuál es el significado de la vida para cada uno.
Y agradecer el poder estar con nosotros mismos. Las veces que podamos, las veces que nos animemos.
Abrazarnos a nosotros mismos, abrazar-se, con la paciencia, con la calma, con el amor, con el respeto necesarios.
Enfocarnos en aquello que amamos, en aquellos a quienes amamos...y en aquellos que nos aman.
Más allá de las creencias, lo más importante es la Fe en uno mismo. Un trabajo intenso, de cada instante. De esos instantes que pasamos con nosotros mismos. Creer en uno mismo.
Creer que podemos vivir la vida que deseamos. En todos los planos de existencia. En lo espiritual, en lo anímico, en lo social, en lo material. Y agradecer la oportunidad de darnos cuenta de si podemos o nó lograrlo. El primer paso hacia uno mismo es el darse cuenta de uno mismo. Y sí, si no nos percibimos, no podemos encontrarnos, menos reconocer nuestras fortalezas. Y menos animarnos a transitar nuestras sombras.
Y si nos permitimos transitarnos un poquito más? Aunque no nos guste todo el paisaje? Aunque sean, al principio, más las sombras y los fríos pensamientos los que vienen a nuestra conciencia? Y si seguimos adelante a pesar de los miedos?
Mientras más nos conocemos nos re-conocemos. Y si somos capaces de hacerlo, somos capaces de agradecer.
Agradecer lo mínimo. Al fin de cuentas estamos hechos de mínimos acumulables: iones, átomos, partículas, células, granos de arena en la playa y gotas de agua en el océano.
Podemos alimentar nuestra frustración. Y tendremos la energía necesaria para hacerlo.
O podemos reverenciar nuestro camino. Aunque hayan días en los que cuesta levantarse. Y sobre todo en esos días. Abramos nuestras ventanas y nos miremos. El tiempo y el espacio están para ser hechos.
Agradezco por la vida, por vos que me estás leyendo. Y si un día me ves lejos de la vida, recordame agradecer. Recordame este escrito. Recorda-me. Te voy a estar eternamente agradecida.

Majo Quiroga
Agosto 2018
Gracias

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